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Foto del escritorJavier Víquez

Las Siete Leyes Universales



Hermes Trismegisto es considerado como el padre del tipo de saber que lleva su nombre: el hermetismo. El nombre de Hermes Trismegisto es de origen griego y significa “Hermes, el tres veces grande”, siendo Hermes un dios griego, más conocido por su denominación romana de Mercurio. Pero la identidad de Hermes Trismegisto, si es que tuvo una identidad individual, se pierde en la noche de los tiempos remontándose al Egipto prefaraónico, mucho antes de Moisés. Ciertas tradiciones hebreas lo consideran contemporáneo de Abraham, quien recibió de Hermes sus conocimientos.

Después de haber transcurrido muchos años de su muerte, (la tradición afirma que vivió trescientos años), los egipcios lo deificaron e hicieron de él uno de sus dioses, bajo el nombre de Tot, es decir, el intermediario entre Dios y los hombres. Otros creen que el nombre de Hermes Trismegisto no designa personalidad individual alguna, sino un conjunto de enseñanzas elaboradas en Egipto y enriquecidas a lo largo del tiempo. Finalmente hay también quien sostiene que Hermes Trismegisto fue uno de esos grandes maestros espirituales que, descendiendo de seres superiores, se encarnan en la humanidad para guiarla.

Sus enseñanzas pasaron de Egipto a Grecia y los griegos se encargaron como en tantas otras ramas del saber, de conservarlas y transmitirlas. Los misterios órficos y eleusinos, los pitagóricos, los filósofos presocráticos y Platón, fueron el vehículo fundamental de dicha transmisión, que también se realizó en parte a través del teatro griego. Posteriormente, los neoplatónicos y sobretodo los gnósticos, difundieron este saber en el mundo romano y en el cristianismo primitivo por un lado y, por otro sirvieron de base para su posterior propagación entre los árabes.

Existe un acuerdo unánime en que la sabiduría de los faraones, cuyo exponente máximo es el cuerpo de la doctrina atribuida a Hermes Trismegisto, fríe brillante depositaria de las enseñanzas de la tradición. Unos opinan que los egipcios heredaron directamente este saber de los atlantes quienes, tras la destrucción de su continente, hicieron un alto a orillas del Nilo en su éxodo hacia el Himalaya.

Otros consideran sin embargo que los padres del saber egipcio fueron los hindúes y los caldeos, y que Egipto fue una etapa de reflujo hacia el Oeste a partir del Himalaya.

Sus enseñanzas proliferaron por todo el mundo conocido: los alquimistas lo consideran fundador de esa ciencia y dicen, “la ciencia hermética reconoce a Hermes como su propagador y algunos consideran que fue el primero que sobresalió en ella. El gran arte, la gran obra, la obra de la piedra filosofal, el magisterio de los sabios, todos son expresiones sinónimas de la ciencia hermética.”

Casi todos los alquimistas lo citan como maestro y consideran una obra que se le atribuye, “La Tabla de Esmeralda”, como la exposición más completa y perfecta del arte alquímico.

La magia y la adivinación se reclaman también herederas de Hermes Trismegisto. Se han estudiado los orígenes históricos del Tarot y se ha llegado a la conclusión de que, especialmente los arcanos mayores, son la forma que tomó con el tiempo un antiguo libro egipcio, precisamente el libro de Tot.

También de Hermes proceden las investigaciones numéricas y físicas de los pitagóricos oye, sí por un lado dieron la matemática, la geometría o la música, por otro lado desarrollaron toda una rama hermética acerca de la unidad, la dualidad, el temario, etc.

La “armonía de las esferas”, la “música celeste”, tan estudiadas por los hermetistas del Renacimiento, con su derivación en el arte, la mecánica, o la astronomía en Leonardo, Newton, etc., tienen su fuente en Hermes Trismegisto, a través de los griegos. También encontramos en él, aunque este es uno de los aspectos menos conocidos del Corpus Hermeticum, obra fundamental de Hermes, en el que se incluyen el Poimandres y el Asclepio, muchas enseñanzas sobre la teoría de los ciclos, de las edades del mundo, tanto de la tierra como de la totalidad del devenir cósmico.

La razón fundamental de la aparente oscuridad de estos escritos radica en que el lenguaje de Hermes es alegórico, y como apunta en el Kybalion: “Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par”. “Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos de sabiduría”.

Esto nos demuestra que este lenguaje estaba oculto para los comunes, y que, únicamente los iniciados, aquellos que buscaban su propia transformación espiritual, estaban capacitados para entenderlo, encontrando así no pocas revelaciones y misterios de la naturaleza.

Si nos preguntamos por qué se conoce tan poco de los Misterios al cabo de tanto tiempo y a través de todos los países reconoceremos que es por el universal y riguroso sigilo de los iniciados, aunque también puede atribuirse a la pérdida de los libros esotéricos de la remota antigüedad.

La historia nos refiere oye el Emperador Diocleciano ordenó, bajo pena de muerte, que se recogieran todos los libros de los sabios egipcios que habían escapado a los estragos del tiempo y que se destruyeran y quemaran. A fin de que este pueblo extremadamente predispuesto a rebelarse no pudiera extraer de nuevo de estos libros “Todo es doble, todo tiene dos polos, todo su par de opuestos, los extremos se tocan, todas las verdades son semiverdades, todas las paradojas pueden reconciliarse

Las enseñanzas de Hermes Trismegisto se transmitieron oralmente durante miles de años. Aún hoy día muchas de ellas siguen transmitiéndose así. Los documentos más antiguos que se conocen se remontan al siglo II antes de Cristo y el cuerpo fundamental del “Corpus Hermeticum” fue fijado en griego aproximadamente entre los años l00 y 300 de nuestra era.

El conocimiento otorgado por Hermes es un conocimiento universal, es decir, que le habla a todos los iniciados de todas las culturas y dice: “la historia de una religión será siempre estrecha, supersticiosa y falsa; sólo hay verdad en la historia religiosa de la humanidad."

Principio del Mentalismo. “EL Todo es Mente. El Universo es Mental.”

El 99% del Universo es espiritual, sólo el 1% es material, lo que podemos palpar y percibir por medio de nuestros cinco sentidos.

Todo cuanto nos rodea incluyendo nuestra respiración y nuestros pensamientos, es denominado materia. Pero más allá de lo que vemos y percibimos e incluso comprendemos, está la realidad, el Todo, el Espíritu, lo que llamamos Dios, el cual podemos considerarlo como una mente infinita, universal y viviente, que está detrás de todo lo que entendemos como Creador.

Los acontecimientos que se nos presentan son creaciones mentales nuestras y su calidad, buena o mala, dependerá de nuestros pensamientos, por lo que es muy importante que tengamos el control de ellos, y que estén concentrados en lo que estamos haciendo sin permitir que vaguen.

Los pensamientos no pueden ser superficiales, tienen que salir desde la conciencia y estar en el grupo de las creencias para que puedan tener el efecto requerido. Pensar, orar, o hablar sin conciencia de lo que se dice o piensa, no tiene ningún efecto, es desperdiciar la energía.

Principio de Correspondencia: “Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba.”

Este principio explica que siempre hay una correspondencia entre las leyes y los estados del ser. Hay planos que no conocemos, pero cuando aplicamos esta ley empezamos a comprender su mecánica.

“Como es arriba, es abajo” indica que por ejemplo una hormiga se organiza, trabaja, tiene un sitio donde vivir, busca una sociedad para vivir, etc. Hacer todo esto de una manera rudimentaria y sin ninguna conciencia, es solamente instintivo.

Los seres humanos realizamos la misma actividad, pero con conciencia de ello y con un campo de acción mucho más amplio. Los ángeles por ejemplo, estando en un plano superior al nuestro, también trabajan sirviendo a la humanidad, pero es una labor muchísimo más sutil de la cual nosotros no tenemos real conciencia, aunque sepamos de su existencia, porque no hemos tenido la experiencia vivida.

El Principio de Correspondencia es uno de los más importantes, ya que nos ayuda a comprender la organización del Universo en los diversos planos: mental, material y espiritual. Es una Ley Universal.

Principio de Vibración: “Nada está inmóvil, todo se mueve; todo vibra.”

Aquí se explica que todo está en movimiento, que nada permanece inmóvil, y muestra cómo este conocimiento que ha sido dado mucho tiempo atrás, hoy también puede ser comprobado por la ciencia.

La diferencia entre las manifestaciones de la materia, de la mente y del espíritu, radica en su tipo de vibración. Desde el plano más elevado hasta la más densa materia.

Que la vida gire dentro de un entorno positivo dependerá de lo que trabajemos internamente para lograrlo. Podemos elevar la vibración de nuestros pensamientos por medio de la meditación y las afirmaciones. Con ello poco a poco, lo que empieza como una letanía termina grabándose en nuestro subconsciente, provocando cambios naturales de acción. Por lo tanto, la resolución de nuestra vida será positiva.

Cuando optamos por pensar y actuar negativamente, estamos manteniendo una constante baja vibratoria. Si nos empeñamos en vivir dentro del odio, el rencor, la envidia, la tristeza, el dolor, la corrupción, etc. estamos atrayendo hacia nosotros acontecimientos y personas de la misma calidad vibratoria.

De la misma manera, los pensamientos provocan emociones de igual calidad. A su vez, las emociones producen sustancias químicas en nuestro cuerpo de la misma calidad. Es aquí cuando nuestro físico refleja alguna enfermedad o dolor. Nuestra vibración interior materializa la vibración exterior.

Cuando decidimos vivir dentro del amor, el servicio, la alegría, la felicidad, nuestra vida transcurre dentro de este mismo flujo. De igual manera, nuestros pensamientos positivos desencadenan emociones positivas que se verán reflejadas en nuestra vida por medio de acontecimientos brillantes y continuos milagros. Las sustancias químicas que se esparcen dentro de nuestro cuerpo a causa de estos pensamientos, se reflejarán manifestando salud y vitalidad.

Principio de Polaridad: “Todo es doble, todo tiene dos polos.”

Este principio nos explica que en todo hay dos aspectos y que los opuestos no son más que partes de la misma cosa, diferenciándose únicamente por su grado o vibración. Por ejemplo, el odio y el amor, el blanco y el negro, el bien y el mal. Ambos son lo mismo pero con diferente vibración, uno es positivo y el otro negativo.

Podemos poner el ejemplo de un termómetro, el cual tiene una línea de graduación. Si se le sumerge en agua caliente, el termómetro subirá, y si se hace en agua helada, bajará. A final de cuentas solamente está señalando la temperatura con diferente valor.

Así funciona el principio de polaridad. El comprender este principio nos da la capacidad de transmutar nuestros pensamientos. Por ejemplo, si vivimos con miedo, podemos cambiar la polaridad y transformarlo en valor. No podemos quitar el miedo, borrarlo de nuestra vida, porque si lo hacemos estaremos borrando también a su positivo, en este caso el valor. Por eso es importante no eliminar sino transformar.

Lo importante de esta transmutación es que cuando percibimos emociones de baja vibración, podemos transformarlas elevando su vibración; para ello, imaginar y visualizar resulta muy útil.

La conciencia de este principio abre las puertas al inicio de una transformación interior total, porque comprendemos que el poder del cambio es nuestro y no depende de las personas ni de las circunstancias. Podemos asumir nuestra propia responsabilidad.

Principio del Ritmo: “Todo asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo.”


Todo fluye y refluye; todo tiene períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo. La medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que hacia la izquierda. El ritmo es la compensación.

Este principio significa que nada se mantiene en el mismo estado, que todo cumple un ciclo. Es decir, a todo período de actividad le sigue otro de descanso.

En todos los planos y en todos los elementos que los componen se cumple en forma irreversible esta ley. Por ejemplo: el día y la noche; las estaciones del año; el contrapunto del verano es el invierno y el de la primavera es el otoño; las plantas que al período de dar frutos, flores y hojas, le sigue una etapa en que pareciera que duermen, para luego volver a florecer. El ciclo de la vida también cumple con esta ley: todo nace, entra en una etapa de evolución y en cierto punto empieza a declinar hasta que muere.

El conocimiento de esta ley hace que podamos neutralizar sus efectos en nuestra vida. Existe el plano superior y el plano inferior de conciencia. Si cada vez que vemos venir un periodo de sufrimiento logramos mantenernos en el plano superior, tendremos el control de la situación, es como ver el problema “desde arriba”. De esta manera solamente nos atacará en el inconsciente. Este método tiene una desventaja, que así como neutralizamos el Principio del Ritmo en el sufrimiento, también lo estaremos neutralizando en la alegría. Por lo tanto lo viviremos con menor intensidad, ya que las emociones también siguen su propio ritmo y a periodos de alegría, le seguirá otro de dolor, de la misma intensidad.

Los herméticos aplican esta ley a ciclos mayores como el proceso de reencarnación. Se dice que a una vida llena de alegrías la seguirá otra llena de dolor. De ahí la importancia de aprender a neutralizar los efectos del ritmo, ya que de esta manera nos estamos creando una vida más equilibrada.

Principio de Causa y Efecto: “Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa.”

Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa. Todo sucede de acuerdo con la Ley. La suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no reconocida. Hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.

Este principio nos hace ver que la suerte no existe. Tampoco existe la casualidad. Todo es una causalidad. Esta ley es la verdad de que toda siembra tiene su cosecha, de que todo lo que hagas se te devolverá.

Nada escapa a ella. En cualquiera de los diferentes planos que existen, esta ley se manifiesta, es trascendental, puede reflejarse de una vida a otra. Es la respuesta de un Universo perfectamente bien organizado, que es la mayor fuente de abastecimiento para el hombre y para la vida, pero le da a cada quien lo que ha buscado y lo que merece. No hay error, se trata de una ley justa, que lo abarca todo, tanto los pensamientos como las acciones.

Para que las cosas salgan como queremos, es necesario expandir nuestra conciencia, para saber cuál será el resultado de nuestras acciones. Este es el secreto de los triunfadores, los que pareciera que todo lo que hacen está limpio de errores, y sus proyectos siempre son un éxito. Ellos conocen el proceso de esta ley, tal vez de manera inconsciente, pero saben que “x” pasos producen “y” resultados. Eso es tener conciencia, saber el resultado final.

Así es en todos los aspectos de la vida. Si analizamos por qué nuestra vida es como es, podremos saber cuáles son las causas. Esto daría fin a nuestro karma, ya que esta ley está íntimamente ligada a lo que es el karma. En este caso no será tan difícil encontrar la causa a nuestros problemas actuales si nos remontamos al pasado. Pero hay efectos que venimos arrastrando de vidas pasadas, por eso hay sucesos que no comprendemos, por más que nos esforcemos por evitarlos siempre salen a flote. Para descubrir su origen hay técnicas más profundas, como la meditación, las regresiones y la hipnosis.

A veces sucede que alguien muere sin que podamos arreglar nuestras cuentas con esta persona. Entonces Dios, que es amor, nos da la oportunidad de hacerlo en una vida futura. Esa es la mecánica en todas nuestras facetas. Hasta que no aprendamos lo que necesitamos, no dejaremos de tener experiencias desagradables.

En otras ocasiones sucede que encontramos a una persona y pareciera que la conociéramos de siempre. Esto quiere decir que en una vida anterior hubo una relación armónica que se manifiesta hoy, tal vez para continuar expandiendo esta energía en la Tierra. Estos son los amigos de toda la vida o los matrimonios que siempre reflejan amor.

Principio de Género: “Todo tiene su principio masculino y femenino.

Este principio encierra la verdad de que el género se manifiesta en todo, estando siempre en acción los principios masculino y femenino. Esto no sólo ocurre en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual.

La mente subjetiva o subconsciente, que es la que sueña, imagina y visualiza, corresponde al elemento femenino. Al elemento masculino corresponde el consciente o mente objetiva.

En el mundo físico este principio se manifiesta como “sexo”, y en los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio subsiste siempre el mismo. Ninguna creación física, mental o espiritual, es posible sin este principio. Cada ser contiene en sí mismo sus dos elementos.

La mayoría de las veces confundimos el género con sexo, nada tiene que ver. La palabra “género” significa generar, crear, concebir, producir y va más allá del plano físico. En los planos más elevados el principio toma forma más elevada. La palabra sexo se limita a la vida orgánica.

La Sabiduría de Hermes


Finaliza esta sección con tres de los principios o aforismos que se atribuyen a Hermes Trismegisto:


  • “No hay mal del cuerpo que no sea antes del alma”.

  • “Si se siente mal no tome medicamento alguno, deje que el cuerpo haga su trabajo”.

  • “La vejez sobreviene cuando el miedo a la vida hace achacoso el cuerpo”.

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